El factor
genético, en los últimos tiempos ha tomado un gran auge. Existen hoy en día una
gran variedad de estudios que nos indican que en la psicología del ser humano,
intervienen no solamente los factores aprendidos, sino también los heredados.
Anteriormente el Psicólogo Thurstone ya había esclarecido el que las personas
nacemos con una carga heredada a la que denominó temperamento, según éste
autor: “El rasgo
temperamental puede definirse como una disposición congénita para responder de
manera uniforme a un determinado tipo de estímulos o para reaccionar en forma
más o menos idéntica en presencia de situaciones que el individuo juzga como
análogas.”
(
Thurstone 1938) En éste sentido, podemos tener un temperamento Activo, Vigoroso, Impulsivo, Dominante, Estable, Sociable y/o
Reflexivo.
Según
Thurstone, las personas con temperamento “Activo”
denotan una disposición para estar siempre en movimiento, son las que hablan,
caminan, escriben, trabajan y todo lo hacen rápidamente, les gusta estar
siempre ocupadas en algo y tienen la tendencia a estar de prisa.
El
temperamento “Vigoroso” se caracteriza por el gusto hacia los deportes o
trabajos manuales “vigorosos” y actividades al aire libres. Estas personas encuentran
placer en actividades físicas que requieran de un esfuerzo considerable. Las personas
“Impulsivas” tienden a ser arriesgadas y a tomar decisiones rápidamente, son
audaces y en ocasiones actúan sin medir las consecuencias de sus actos. Su decisión
para actuar o cambiar es rápida.
Las personas de temperamento “Dominante” generalmente son las que toman la iniciativa y asumen la responsabilidad de
actuar como líderes A la persona caracterizada por este rasgo le gusta
organizar actividades de tipo social, les gusta hablar en público, organizar
actos sociales, promover nuevos proyectos y convencer a los demás. El
temperamento “Estable” puede indicar que la persona permanece tranquila en
situaciones críticas, logra concentrarse mientras estudia o
trabaja en medio de
distracciones y no se molesta si le interrumpen.
La persona “Sociable” gusta de la compañía de los demás,
fácilmente traba amistades. Están siempre dispuestas a cooperar y a prestar
ayuda. A las personas “Reflexivas” les agrada meditar y prefiere los trabajos
de orden teórico a los de orden práctico. Probablemente prefiera trabajar sola
en tareas que requieren cuidado y esmero en los detalles. Estas personas son
generalmente tranquilas; encuentran placer en el tipo de trabajo que requiere
precisión y esmero en los detalles.
El
conocer nuestro temperamento nos puede proporcionar una parte de nuestros
gustos y tendencias de comportamiento, pero no lo es todo. Somos una parte de
carga genética y otra parte de nuestra conducta ha sido aprendida. Conocer
ambos aspectos de nosotros es lo que se denomina personalidad.
Usted ¿Conoce
su personalidad?
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