Entre muchas tipologías de personalidad en el ser humano, voy a mencionar a las personas perfeccionistas. Son aquéllas que trabajan de
manera incansable, se esfuerzan día con día en sobresalir.
Siempre buscan la
manera de obtener reconocimientos y estar por encima de los estándares de
exigencia de su entorno social. Es decir, si es un trabajador, será el más
responsable, el que se quede horas extras porque algo en su trabajo no le
resulta a la perfección; en su familia, se preocupará por ser el miembro con
más logros, de hecho constantemente se está comparando con otros miembros de su
familia, especialmente con sus iguales, entiéndase hermanos, primos, etc. Esto
con la finalidad de siempre considerarse el mejor.
En éste proceso de
comparación será la persona perfeccionista quien busque tener el mejor trabajo,
mejor sueldo, la mejor familia, lo mejor en términos materiales, como casa,
coche, e incluso aspectos como vacaciones deberán ser las mejores etc. Si es
docente de alguna escuela, buscará ser apreciado por todos, necesitará la aprobación constante no
solamente de sus jefes sino de sus alumnos, y cuando llegue un docente nuevo
con otras habilidades, tal vez diferentes a las suyas, se sentirá amenazado.
El
obtener admiración de los demás es un aspecto vital en éstas personas, de aquí
que cuando no la tenga, podrá sentirse insatisfecho consigo mismo.
Estas
personas pueden tener muchos logros laborales y personales, esa es la parte
positiva, sin embargo, si no logran canalizar adecuadamente sus emociones
pueden llegar a tener altos niveles de estrés y de frustración personal, de
hecho pueden llegar a ser candidatos para depresión. Otro aspecto relevante de
mencionar es que a estas personas se les puede dificultar el trabajo en equipo,
precisamente porque buscan ser el centro de atención o porque se niegan a pedir
ayuda.
Este tipo de personalidad, es el resultado de nuestra sociedad que busca
educar sujetos individualistas y premia los logros personales y no los logros
en conjunto. Tal vez sería pertinente replantear algunos aspectos
educacionales, precisamente porque las exigencias laborales buscan la tan
preciada competencia de trabajo en equipo.
Insisto, ser perfeccionista no es
malo, buscar ser mejor es estar en un proceso de mejora continua, esto es un
aspecto positivo. Pero, la suma de conducta
perfeccionista + individualista
es la puede dar como resultado una persona con mucho estrés, con tendencia a la
depresión y dificultad para integrarse a equipos ya sea laborales o familiares.
Así que, los invito lectores, si se identifican con estos rasgos, olvidarse del
individualismo y comprender que buscar
ser mejores, en conjunto, es mejor.
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