Ha escuchado la
frase: nunca se tienen dos oportunidades para dar una primera impresión.
En la mayoría de los
casos, ésta frase resulta ser cierta.
Está demostrado que,
cuando conocemos a alguien, o cuando entramos a un establecimiento por primera
vez, nuestro cerebro registra todas las pequeñas señales no verbales, ya sea de
esa persona, o del lugar en cuestión, en tan solo unos segundos.
Este mecanismo de
evaluación rápida e inconsciente tiene que ver incluso con una situación
adaptativa.
En la evolución de
nuestra especie ha sido importantísima esta evaluación rápida, desde el hombre
de las cavernas hasta situaciones difíciles actuales, la evaluación rápida
acertada, ha sido la diferencia entre sobrevivir o no sobrevivir. De aquí, que,
podríamos decir, el evaluar una primera impresión como positiva o como
negativa, es un mecanismo aprendido de nuestra especie.
Hoy en día también se
ha comprobado que el cerebro tiene una memoria emocional. Por ejemplo, si usted
vive una experiencia negativa que le provoca una sensación de enojo en un lugar
determinado, la siguiente vez que usted asista a ese lugar, la emoción será
experimentada nuevamente. Lo mismo sucede con las relaciones interpersonales.
De hecho, usted puede olvidar la razón por la cual una persona le resulta
desagradable, sin embargo, esa sensación de "desagradable", persiste
cada vez que la ve o escucha hablar de esa persona.
De igual forma,
influyen en la primera impresión, los comentarios previos de personas con quienes
tenemos una relación afectiva o de confianza. Es decir, el ser humano, se
predispone fácilmente.
Si usted tiene un
negocio, establecimiento, consultorio u área de atención a clientes, esta
información es importantísima para el éxito en sus ventas. Ya que un servicio
amable en un lugar cómodo y seguro incrementa notablemente el número de
clientes.
Pero, si lo que desea
es causar una buena impresión, entonces lo más importante es la coherencia. La
coherencia entre su comportamiento verbal y no verbal. Como se dice
normalmente: sea usted mismo. Y si no logra causar una buena impresión a la
primera, con todas las personas, busque sus áreas de oportunidad, pensando en
incrementar sus estadísticas, sin obsesionarse al respecto. Tampoco es posible
como se dice caerle bien a todos, todo el tiempo.