Las familias en riesgo, son aquéllas que, por sus propias
características y especialmente por sus pautas de relación, están en riesgo de
generar hijos con problemas de adicciones, ya sea alcoholismo o drogadicción.
Se ha encontrado que el principal factor de riesgo se encuentra en las pautas
educaciones que siguen los padres especialmente por su miedo a generar
conflictos internos debido a una eminente incapacidad para resolverlos.
Entre las principales acciones de riesgo que pueden cometer los padres,
están las siguientes:
·Complacer en todo a los hijos. Con el pretexto de evitarles sentimientos de frustración “a tan tierna edad”, los padres pueden caer en la trampa manipulativa de los hijos que consiste en lo siguiente: el niño llora, los padres complacen. Esto es muy peligroso, ya que un niño que ha aprendido que consigue sus objetivos a través de éste método, manipulativo por cierto, cuando se convierta en un adolescente, habrá creado otras estrategias similares y más peligrosas, como son el enojo prolongado hacia los padres o las amenazas de abandono a la familia.
·Complacer en todo a los hijos. Con el pretexto de evitarles sentimientos de frustración “a tan tierna edad”, los padres pueden caer en la trampa manipulativa de los hijos que consiste en lo siguiente: el niño llora, los padres complacen. Esto es muy peligroso, ya que un niño que ha aprendido que consigue sus objetivos a través de éste método, manipulativo por cierto, cuando se convierta en un adolescente, habrá creado otras estrategias similares y más peligrosas, como son el enojo prolongado hacia los padres o las amenazas de abandono a la familia.
·Evitar que
tengan una vida organizada, hábitos y actividades recreativas productivas. Un
niño o un adolescente que pasa su tiempo libre viendo televisión o jugando los
famosos videojuegos, está creciendo sin una estructura de implementación de sus
propios límites. Pensemos que el establecimiento de límites, hasta los 6, 7, 8 años
es una función paterna, posterior a ésta edad, el niño debe ser capaz de
programarse a sí mismo actividades, controlar su tiempo y tener conductas de
autorresponsabilidad, como sentarse a hacer su tarea sin que los padres se lo
exijan o sin que se genere una guerra familiar para que el niño(a), decida
sentarse a cumplir con sus deberes.
·Y, por
supuesto, la pérdida del liderazgo de los padres. Una familia estará en grave
riesgo cuando los hijos buscan fuera de casa los personajes a quienes admirar.
Cuando se ha perdido esto de que “mi papá es el mejor” y cuando la influencia
de otras personas es más fuerte que la de los padres. Hablemos que los padres
deben ser líderes no importa la edad de los hijos. Así que, padre o madre, les
recomiendo que no pretendan ser amigos de sus hijos, pueden comprenderlos, y
fomentar la comunicación, pero nunca como amigos, ustedes son padres y como
tales fungirán como guías. Sus hijos ya tienen o tendrán muchos amigos(as),
pero figuras parentales solamente a ustedes. Los hijos se sentirán mejor
sabiendo que tienen guías y líderes que siempre los amarán, y que nos los
lastiman sino que los educan, de lo contrario, estarán criando hijos con riesgo
de caer en el alcoholismo y la drogadicción.
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