Entender a nuestra propia
familia debería de ser una actividad importante en cada persona. El hecho de conocer
de quiénes venimos, cuáles eran sus valores, sus características, cómo solventaron sus problemas o sus crisis, nos puede guiar en nuestro mismo proceso evolutivo.
Hay quienes afirman que en
todas las familias se cuecen habas,
en una manera de afirmar que ninguna familia está exenta de problemas. Yo misma
comparto ésta idea, sin embargo, en términos generales, las familias se desarrollan bajo el esquema del ciclo vital propuesto por Haley. Claro, es
importante revalorar las características propias de nuestras familias
mexicanas, las cuales tienen muchos aspectos positivos, entre ellas: la cultura,
valores y apego entre sus miembros.
Las etapas del ciclo vital
que reconoce el autor, son las siguientes:
§ La
formación de la pareja.
§ El
nacimiento, crianza y formación de los hijos.
§ Los
hijos adolescentes.
§ El
re-encuentro o síndrome del nido vacío.
§ La
vejez.
Cada una de estas etapas
representa sus propios retos para sus miembros. Es de esperarse que cada
individuo sea capaz de solventar las dificultades propias de cada una de ellas,
y así poder “saltar” a la siguiente.
Cuando esto no se logra, las personas requieren de un apoyo externo,
generalmente de tipo psicoterapéutico, mismo que les puede ahorrar años de
estancamiento y dificultades. En los artículos subsecuentes hablaremos de los
retos de cada etapa, así que, esté al pendiente.
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