Hola
queridos lectores, quiero iniciar el presente artículo con la siguiente cita: “Un
investigador noruego analizó por qué se suicidaban los adolescentes y encontró
que habían sido víctimas de maltrato en el transcurso de su vida escolar”,
señala el Dr. Arturo Loredo Abdalá, quien se desempeña como director de la
Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado del Instituto Nacional de
Pediatría (INP), localizado en la Ciudad de México.
Bullying es una palabra
inglesa que significa intimidación o acoso. El bullying o maltrato escolar es
un fenómeno social que siempre ha existido, sin embargo, en la actualidad ha
cobrado fuerza e importancia debido al aumento en la frecuencia con que se
presenta. Este tipo de maltrato puede ser a nivel psicológico, verbal, a nivel
físico o los tres de manera simultánea.
Es importante reconocerlo, prevenirlo y por supuesto ayudar a los jóvenes
cuando se encuentran viviendo una situación de éstas características ya que
llegan a presentar altos niveles de estrés, ansiedad y, como se mencionó en la
cita anterior, incluso hay jóvenes que llegan al suicidio.
Una
de las principales características del chico(a) que sufre este tipo de acoso es
que generalmente no se lo platica a nadie, ni siquiera a sus padres. En
ocasiones suele ocurrir que también han sido amenazados si llegan a comentarlo
con alguien.
Si usted, como padre, madre o profesor de alguna escuela, llega a
observar las siguientes características en un alumno o en su hijo, puede ser
que éste sufra de acoso escolar:
- Bajan
drásticamente en sus calificaciones.
- Comienzan
a poner pretextos para no asistir a la escuela, incluso aumentan
considerablemente las “idas de pinta”, porque tienen miedo de ir al centro
escolar.
- La víctima
comienza a perder bienes materiales sin justificación alguna.
- Comienzan
a pedir más dinero para cubrir
chantajes del agresor.
- Presentan
golpes o moretones en el cuerpo y se justifican diciendo que ellos se
cayeron o se golpearon por descuido.
- A nivel
psicológico se les ve asustados, con ansiedad, miedo, generalmente
comienzan a presentar trastornos de sueño o de la alimentación.
- Puede
comenzar a tener problemas con los adultos (padres o maestros) debido a
éstas nuevas conductas.
- Pero, lo
más grave, es que no hablan o no manifiestan el acoso que están viviendo,
lo cual agrava el problema ya que terminan siendo ellos los culpables de
sus malas calificaciones y la supuesta mala conducta recién adquirida.
Es
importante que tomemos en cuenta que en cualquier centro escolar pueden existir
chicos bullies o agresivos. El
acosador o bullie, viene de un núcleo familiar donde también existe violencia. No
tiene nada que ver con su nivel económico.
Generalmente son chicos con baja autoestima
que buscan sobresalir ante el grupo de iguales a través de ejercer poder y
miedo en sus compañeros. Difícilmente se les verá sobresaliendo en alguna
actividad o por su inteligencia, así que la única manera que tienen de
sobresalir en un grupo es a través de la agresión. El bulli o agresor se
identificará con otros agresores y tendrán su pandilla o grupo.
En las
escuelas, los profesores o directivos, en marcadas ocasiones, son ajenos a
estos problemas, ya que los bullies escogen lugares y momentos para agredir
donde no son vistos.
Que hacer?
Es importante iniciar sobretodo en secundarias y preparatorias, un programa en
contra del Bullying, a través de pláticas y conferencias, dirigidos a padres de
familia, maestros y sobretodo a los mismos estudiantes. Esto último con el fin
de promover una cultura de no apoyo a la
violencia. Recuerden: la gente suele creer que algo es normal y funcional
si lo ha visto toda su vida, así que hay que enseñarles que lo adaptativo es
vivir sin violencia.
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