miércoles, 22 de febrero de 2017

La preparación de un psicoterapeuta

Inicialmente un psicoterapeuta es una persona que cursó la licenciatura en Psicología, sin embargo, al terminar una carrera universitaria, el egresado no tiene todavía las herramientas necesarias para ejercer en un consultorio privado.
El egresado de la licenciatura en Psicología, está preparado para aplicar exámenes psicométricos, o psicodiagnósticos como serian estudios de personalidad a niños y/o adolescentes, estudios de orientación vocacional, de coeficiente intelectual, habilidades, aptitudes, talentos, valores, etcétera. De igual manera puede apoyar en clínicas de salud mental, realizando entrevistas, e incluso elaborando estudios socioeconómicos. También pueden involucrarse en el área educativa, ya que están aptos para la elaboración y evaluación de planes de estudio y/o ejercer como orientadores o tutores de los alumnos. Y por supuesto, en empresas en áreas de Recursos Humanos, siendo sus áreas de influencia, Capacitación, Reclutamiento y Selección de personal, principalmente.

Por otra parte, un psicoterapeuta, necesita muchas más herramientas que las que otorga una licenciatura para poder dirigir un proceso de crecimiento o de cambio conductual en sus pacientes. De aquí que sea indispensable que se haya formado al menos en alguna especialidad o maestría de alguno de los enfoques terapéuticos existentes. Los cuales menciono a continuación:
  • La primera fuerza que corresponde al psicoanálisis
  • La segunda fuerza que corresponde al conductismo.
  • La tercera fuerza que involucra el Humanismo.
  • Y la cuarta fuerza denominada Transpersonal.
"Psique" significa "alma" " Logos" "estudio o tratado", por lo tanto, La Psicología es el estudio del alma.
"En conclusión, la psicología puede entenderse como la ciencia que se ocupa de atender cuestiones que atañen al espíritu, a la forma de sentir de un individuo o un pueblo, sus aspectos morales y la forma en la que se desenvuelven con el entorno. Dicho de otro modo, al estudio de la vida subjetiva, y de las relaciones que se establecen entre el aspecto psíquico y físico de los individuos -sentimientos, ideología, reacciones, tendencias, instintos-."


Retomando la definición anterior podemos entender por qué la psicología se encuentra tan cercana a la espiritualidad por una parte, y por otra, la comprensión de que la salud mental es la base de la salud física. Detrás de enfermedades existen varios o muchos asuntos inconclusos de carácter personal o familiar que están manteniendo o formando un síntoma. A veces el problema es un tema de familia, de aquí que surjan pacientes denominados "identificados" en sistemas familiares y, su abordaje tiene que ser muy específico.
Escuchar a un paciente y saber cómo y en qué momento, realizar una intervención es un arte. Un arte que se aprende no solamente con la teoría, sino con la práctica, con grupos de supervisión, y especialmente con la supervisión personal del psicoterapeuta.
Una área importante dentro de la formación del psicoterapeuta es su propio proceso terapéutico. Un ejemplo sencillo es el siguiente: ¿cómo podemos enseñar a nadar a alguien si nosotros no sabemos nadar?
Imposible hacerlo con teoría solamente! El instructor necesita nadar con su alumno y saber cómo sacarlo si se está hundiendo. Necesita infundirle confianza y a veces utilizará su persona para hacerlo. Sabrá reconocer cuando realmente se está hundiendo porque no conoce otra forma de actuar o se está hundiendo porque está bajo un ataque de ansiedad.

De aquí que el conocimiento en diagnóstico psicopatológico sea indispensable.

El abordaje con un narcisista, con un depresivo o con alguien con rasgos obsesivos es muy distinto. Muchas veces, detrás de un "caso sencillo" pueden existir dinámicas de vida muy dolorosas. Lo que no recuerda el paciente puede ser lo que más le angustie pero también lo que más se necesite trabajar en el proceso. Y trabajar en el proceso lo que más angustie necesita un tiempo, un momento y una estrategia terapéutica. Así como preparar al paciente para culminar la sesión de ese día, saber cerrar la sesión cuando el proceso haya sido integrado y no cuando lo marque el reloj.
De no tomar en cuenta lo anterior, aumentan las probabilidades de una actuación impulsiva y no pensadas por parte del paciente. 

De aquí que sea importante enfatizar que el trabajo con seres humanos, y especialmente con sus emociones es algo muy serio. Es una gran responsabilidad acompañar a otro ser humano en su caminar emocional.
Algunos necesitaran una terapia breve y con otros el enfoque estratégico podrá funcionar. No todas las personas son candidatos a un psicoanálisis, pero las que sí lo son, fluyen como peces en el agua. Hay quienes prefieren los enfoques del aquí y el ahora, sin ir al pasado, se sana el presente.
A veces, habrá que canalizar a psiquiatría o con algún colega que trabaje un enfoque distinto.

El psicoterapeuta sabe que si va a utilizar una técnica de relajación, puede inducir emociones reprimidas que necesitarán resolverse, cerrarse, similar al trabajo de un cirujano. Un médico cirujano al operar abre a su paciente y siempre cierra la herida. Por eso es indispensable (si se van a utilizar técnicas como la relajación ), conocer de procesos psicocorporales.
Técnicas especializadas como el Mindfullnes requieren, de igual manera, de una formación específica en áreas de la salud. No aplicarla porque " está de moda", el peligro de su aplicación indiscriminada por parte de una persona con desconocimiento en psicopatología es la aplicación de la técnica en personalidades denominadas límites y la provocación de un evento psicótico, que, lejos de ayudar al paciente pueda remitirlo a un desenlace fatal.
De la misma manera, el psicoterapeuta sabe que su persona y la relación terapeuta - paciente es una relación que ayudará a la recuperación de este último. Es indispensable entonces saber manejar los temas de transferencia y contra transferencia que se producen en esta relación. Es decir, las figuras que el paciente proyecta en su terapeuta.
De igual forma, al terapeuta se le reflejaran los temas de sus pacientes y a veces los temas más difíciles son difíciles porque el Terapeuta no los ha trabajado en su persona. Por eso un psicoterapeuta no aconseja, sino que utiliza la palabra.
Como mencionó Lacan para" deshacer con la palabra lo que se grabó con la palabra ( )"

Finalmente. ¿Qué hace el terapeuta con toda esta información que puede estar resonando en su vida? Lo ideal es trabajarla en su propio proceso. Un psicoterapeuta necesita tener su proceso o supervisión personal, de lo contrario, podrá engancharse con sus pacientes, dejándolos de ayudar y conflictuándose el mismo.
El paciente avanza hasta donde ha avanzado el terapeuta en su propia terapia.

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