sábado, 22 de abril de 2017

Autocuidado

En una sociedad donde los logros, los éxitos personales y profesionales son lo más importante en la mente colectiva, el perderse uno mismo, olvidar sus prioridades o simplemente desconocerlas, puede ser muy sencillo.

Y pareciera que el cuidarse uno mismo, ha pasado al final de la escala de prioridades de los seres humanos.


De hecho, pareciera que las personas se han ido a los extremos en este tema de cuidarse a si mismos. Es decir, por un lado existen quienes tienden a cuidar en mayor medida a otros, olvidándose así de su propia persona. Son los que dan, sin esperar recibir nada y en efecto, no reciben. 
Y por otro lado quienes se dan demasiado pero, nocivamente, es decir, demasiado trabajo, demasiado alcohol, demasiado estrés, demasiados conflictos interpersonales.



El autocuidado consciente se refiere a darse a sí mismos en una actitud positiva, y contempla varias acciones que inician con el amor o cuidado a la persona en todas sus facetas: en el ámbito de la salud física, pero también en el ámbito de la salud emocional. Se trata entonces, de no ser violentos con uno mismo. De tratarse bien.




Cada vez que una persona se descuida físicamente, no alimentándose, no durmiendo, o ingiriendo sustancias tóxicas, como alcohol o drogas, esa persona está teniendo una relación violenta consigo misma. De igual manera, quien no pone límites en sus relaciones personales, y quien no busca ayuda cuando la necesita, se está violentando a sí mismo (a).



Y alguien que se relaciona con violencia consigo mismo (a), se relaciona, de igual manera con los demás, y con su entorno, es decir, con violencia. Entonces, cuidarse uno mismo, es iniciar una relación no violenta, primero con la propia persona y después con el mundo.
No violencia, no significa debilidad, así como el darse uno mismo no significa egoísmo.



Como expresara el psicólogo, Erich Fromm: "La enfermedad consiste en elegir lo que no es bueno para nosotros."

miércoles, 5 de abril de 2017

MERECIMIENTO Y AUTOESTIMA

El merecimiento está relacionado con la autoestima.

La autoestima es el grado en el que una persona se valora, de aquí que el tamaño de nuestros deseos sea del tamaño de nuestra autoestima.


Si nuestra autoestima es alta y saludable, la persona se esforzará por conseguir sus objetivos, en caso contrario su esfuerzo será mínimo o nulo.


Pero también es importante la aceptación: “yo merezco que me pasen cosas buenas, y me muevo para conseguirlas”.



Una persona que se quiere poco a sí misma, sentirá que merece poco, sus pensamientos serán algo así como “ no merezco este trabajo”, “ no merezco una familia feliz”, etc. O, por el contrario, cuando sufren algo difícil, sus pensamientos son: “me lo merecía”.


Existen personas que creen que no merecen algo y entonces no trabajan por conseguirlo, y por supuesto nunca lo consiguen.


Lo importante aquí es revisar de qué manera estamos disponiendo de nuestra energía, dónde están nuestros pensamientos y emociones y pensar que todos los seres humanos, simplemente por el hecho de existir merecemos lo mejor.


Revise, lo que usted cree que merece y piense a detalle, si tal vez le haría falta esforzarse más, entonces reflexione acerca de su autoestima.

Y por cierto, para aquéllos que tienen hijos, les recomiendo no decirles a su(s) hijo(s), “no te compro esto, porque no te lo mereces”, utilice, por favor, otro argumento, pero no utilice el merecimiento, porque entonces van a crecer creyendo que no merecen muchas cosas, y si creen que no lo merecen, es un hecho que no lo tendrán,… y usted, revise lo que quiere, lo que cree que merece y lo quiere merecer.





lunes, 3 de abril de 2017

TOMA DE DECISIONES


Se ha preguntado alguna vez: ¿Cómo es que logra tomar sus decisiones? 



Comencemos comentando que todos los días nos encontramos con opciones a elegir. Tomar una decisión es un proceso casi diario.  

Generalmente nos encontramos con dos tipos de decisiones: las decisiones diarias y las decisiones de vida. Las primeras corresponden a nuestras pequeñas decisiones que tenemos que realizar cada día, como por ejemplo, dónde o qué comer el día de hoy, dónde pasar unas vacaciones, etc. Este tipo de decisiones son importantes pero no son de vital importancia como las decisiones de vida. Entre las decisiones de vida podemos mencionar las siguientes: qué carrera estudiar, en dónde estudiar esa carrera, con quién contraer matrimonio, etc.  


Definitivamente siempre saldrán a la luz nuestros valores y nuestras expectativas, sin embargo, para las decisiones vitales, es importante dedicarles más tiempo, más razonamiento y más análisis, no dejarnos llevar por una apariencia o mensaje ambiguo. 




Por ejemplo, la publicidad ha explotado el conocimiento de la mente humana, en específico lo concerniente a la comunicación verbal y no verbal. Está comprobado que el ser humano, atiende en mayor medida la comunicación no verbal a la verbal en un 80%, de aquí que los cursos de ventas y de imagen sean el día de hoy una herramienta importante que enseñan a las personas a lograr sus  objetivos. Sin embargo, cuando no encontramos frente  a una decisión de vida, definitivamente es conveniente no dejarse llevar por la pura imagen. 

¿Se casaría usted con alguien exclusivamente por la apariencia física? Si usted, querido lector, respondió positivamente, le deseo mucha suerte, porque la necesita. ¿Escogería la universidad de su hijo(a) por la publicidad únicamente o por el color de la fachada del inmueble? Espero que su respuesta sea negativa y usted pueda tomarse el tiempo de ir a conocer el campus, planes de estudio, perfiles de egresados y porque no, obtener algunas impresiones de estudiantes en activo. Y que lleguemos a un momento en que seamos capaces de comprar un producto no solamente por la publicidad sino por su calidad y coherencia entre lo que ofrece y su utilidad real.

Dejemos de ser títeres de la comunicación no verbal y comencemos a ser más analíticos, más estrictos en la búsqueda de información, comencemos así a exigir a las empresas que fabriquen lo que prometen.

Comencemos a analizar nuestras decisiones de vida para evitar caer en el “si hubiera pensado mejor las cosas.”



Porque todos sabemos que el hubiera no existe.


PROPÓSITOS

Generalmente cuando inicia un nuevo año, la mayoría de las personas establecen sus propósitos o metas que desean alcanzar. Sin embargo, lo que generalmente sucede es que, los primeros días se encuentran muy motivados “ahora sí, voy a dejar de fumar”... o “voy a iniciar una rutina de ejercicios”,“regreso a estudiar”, etc., pero, conforme va transcurriendo el tiempo, esa energía llamada motivación comienza a declinar poco a poco, hasta desaparecer, y entonces, las personas dejan a la mitad sus proyectos para, nuevamente proponérselos el siguiente año nuevo. Y así sucesivamente… es un ciclo en el cual las metas no pasan de ser eso precisamente, “metas por alcanzar”. Es aquí donde vemos que realmente lo que hace falta en muchas personas es el desarrollo de una habilidad personal llamada automotivación, es decir, la capacidad de cada persona de encontrar una fuente interna de energía que le permita guiar sus esfuerzos,-pese a los obstáculos-, hacia la obtención y logro de esa meta en específico.

A continuación, te brindo algunos tips que te permitirán automotivarte y ahora sí… cumplir tus metas.



  • Que tus metas sean objetivas y realistas.
  • Que tus metas sean alcanzables, en el marco de tus posibilidades y si van de acuerdo con tus talentos, aún mejor.
  • Que tus metas puedan ser evaluadas a corto y mediano plazo. De hecho, evalúate tú mismo(a).


  • Que sean de tu competencia, es decir, relacionadas con tu persona y que por supuesto, el éxito dependa de ti (que se refieran a cambios en ti no en los demás, por ejemplo, sería muy frustrante que tu meta sea que tu pareja deje de fumar)
  • Si un día no cumpliste con tu objetivo, no te desanimes, reanuda al día siguiente tu compromiso, y recuerda que una pequeña recaída es solo eso: “una pequeña recaída”.
  • Disfruta de tus metas, y concéntrate en lo que ya tienes, en lugar de sufrir por lo que te falta. 
  • Aprende a reírte de tu persona.







EL CICLO VITAL: VEJEZ

La vejez se caracteriza por un declive gradual del funcionamiento de los sistemas corporales. En un estado de graduales cambios degenerativos, que involucran cambios psicológicos. Estos cambios psicológicos pueden ser positivos o negativos, según cómo lo observe la persona, según sus creencias personales, familiares y sociales. Esto quiere decir, que la vejez no necesariamente tiene que ser una etapa de angustia o sufrimiento. Depende de la persona cómo se considere a sí misma y cómo quiera vivir éste periodo.

Existen indicios de que nos afirman que al llegar a ésta etapa (65 años en adelante), es cuando el organismo siente o resiente el cuidado que se le dio en los años anteriores. No es lo mismo llegar a ésta edad con años previos de tabaquismo, sedentarismo y emociones negativas continuas. Los estudios actuales de neuroactivación cerebral nos confirman que la mayoría de las personas de la tercera edad pueden conservar sus capacidades físicas y psíquicas, especialmente si continúan ejercitando su cuerpo y su cerebro. El primero con ejercicios guiados o accesibles como la caminata, etc. y el segundo a través de actividades de atención, concentración, memoria, etc.

Generalmente lo que caracteriza éste periodo es la pegunta hacia sí mismo “¿he vivido cómo he querido?” “¿conseguí lo que me propuse?”, de alguna manera, el ser humano, comienza a replantearse lo que ha sido su vida y lo que ha hecho en el transcurso de la misma. Cuando éstas repuestas nos son satisfactorias puede venir lo que el Psicólogo Erikson denominaba “etapa de desesperación”, es decir, se puede sentir insatisfecho por sus logros y por ende desesperado ante el pensamiento de que ya no tiene tiempo suficiente para comenzar otra vida.

En éste periodo, de igual manera, el adulto mayor ha vivido pérdidas, de amigos, incluso de familiares, y esto lo lleva a plantearse a sí mismo la posibilidad de su propia muerte. También ha experimentado pérdidas en torno a su persona, posiblemente su salud no sea la mejor; en el campo laboral, seguramente ha experimentado la jubilación, y con esto, la baja autoestima. Incluso, en algunas familias, el adulto mayor ha perdido su independencia, debido a causas físicas o psicológicas y se convierte a sí mismo en una persona que depende nuevamente de sus familiares más cercanos. En el proceso de saber vivir la vejez mucho cuentan las actitudes y acciones de la sociedad que rodean a la persona.


También es importante mencionar que en ésta etapa se vive la dicha de ser abuelos, lo que le brinda al adulto mayor una oportunidad más de enseñar, de guiar y por supuesto de trascender. Es entonces cuando analizamos, si el adulto mayor ya no puede procrear, efectivamente sí puede seguir creando. Quiero citar nuevamente el Psicólogo Erikson (Erikson y Hall, 1987), quién afirmó:
“El paso a la tercera edad no pone fin a la generatividad (productividad) de una persona. A medida que la categoría de las personas mayores aumenta, éstas permanecerán implicadas en los asuntos del mundo durante mucho más tiempo.”

Contempla, entonces, a la tercera edad como un período más productivo y creativo que en el pasado –en el que un artista de 80 años, escritor o músico, ya no serán algo excepcional.


LAS MUJERES Y EL ALCOHOL

Mucho se ha escrito acerca del alcoholismo, sin embargo, en ocasiones existen grupos sociales que tienden a pensar que el consumo de alcohol es una adicción que afecta directamente a la población masculina, lo cual es un error. En los últimos años, las estadísticas nos revelan que la mujer ha incrementado sustancialmente su consumo de alcohol, ya sea de manera aislada, es decir, en su casa, o con grupos de iguales, es decir, con amigas o incluso familiares; y hablamos tanto de mujeres adultas como de adolescentes.

En antaño, era más frecuente observar los bares con la mayoría de población masculina, hoy en día, es por igual.  Sin embargo, existen estudios que nos indican que el daño que produce el alcohol es significativamente mayor en la mujer que en el varón. “La mujer asimila menos la agresión del alcohol, que ataca, hígado, cerebro y corazón. 
Tiene cuatro veces más toxicidad en la mujer que en el hombre.” 

Expresa Eugenio Aguilar Parada en su obra “Mujeres, bebidas alcohólicas e infarto”.

En otro tipo de estudios se ha encontrado que la mujer mexicana incide en cuadros depresivos con mayor frecuencia que el varón, de hecho el estrés en la mujer se ha visto incrementado precisamente por el estilo de vida, Hoy en día la mujer que trabaja, se ve a sí misma cumpliendo una doble función, trabajo y hogar; por otra parte, la mujer que no trabaja se siente disminuida en su valor personal por no tener acceso a una vida económicamente activa. Ambos casos pueden producir depresión y resultar en un aumento de ingesta de alcohol. El hábito en el consumo de alcohol puede iniciar por una o dos copas cada fin de semana, de tal manera que se vuelve una costumbre. Una costumbre que aumenta cada ocasión. Hasta aquí, la mujer puede pensar que “ no pasa nada”, sin embargo, de repente se encuentra abandonando ciertas responsabilidades, o poniendo excusas a las mismas. Hasta que llega a presentar deterioro en su imagen, y en su salud física.

Por lo tanto es extremadamente importante que si usted es una mujer y se ha dado cuenta que ingiere alcohol con frecuencia, haga un alto en su vida y se decida a realizar un cambio. El alcohol nunca resuelve nada, de hecho, dificulta la toma de decisiones y empeora las relaciones personales. Además recuerde: la mujer presenta mayor daño físico y deterioro por consumo del alcohol que los hombres.

PROYECTO DE VIDA Y PROSPERIDAD

“NUESTRO DESTINO PROVIENE EN ÚLTIMA INSTANCIA DE LOS NIVELES MÁS PROFUNDOS DEL DESEO Y TAMBIÉN DEL NIVEL MÁS PROFUNDO DE LA INTENCIÓN. AM...