lunes, 27 de febrero de 2017

PORQUÉ NUESTROS AMIGOS SON NUESTROS AMIGOS

¿Por qué nuestros amigos, son precisamente eso? 
¿Nuestros amigos?

Desde los primeros años de vida, podemos observar que los niños al acudir al jardín de niños comienzan a elegir a sus amiguitos, ya expresan preferencias acerca de con quién relacionarse y con quién no. A partir de los seis años, sus preferencias han sido más definidas, ya comienzan a tener “el mejor amigo” o “los mejores amigos” con quienes comparten gustos, en juguetes, programas de televisión, etc., pero con quienes comparten principalmente una habilidad importantísima para su desarrollo posterior: la imaginación. A través de éste proceso los niños encuentran en sus amigos a personitas cómplices de sus fantasías, a través de las cuales resuelven sus preocupaciones y dan solución a sus angustias (sí querido lector, los niños se angustian por lo que escuchan y ven en sus hogares). Estos pequeños cómplices continúan a lo largo de varios años, pasarán por la etapa del Club de Tobi, que se caracteriza por la búsqueda de amistades del mismo género y rechazo del contrario; se festejarán triunfos, tanto escolares como deportivos y serán tan importantes para ellos como su propia familia, ya que con ellos comparten su mundo alternativo, el de la fantasía.
Un día los chicos  finalizan sus estudios de primaria, y, en algunos casos cambiarán de escuela, en otros no, sin embargo, todos los chicos, pasarán a otra etapa, una etapa en la cuál la búsqueda de amistades se hará hacia modelos de admiración. Tanto en secundaria como en preparatoria,  el ser humano busca relacionarse y estar cerca de la persona que admira, ya sea por su trato, su forma de vestir, su forma de hablar, de caminar, etc., podemos decir que el chico(a) busca una identidad propia al tratar de parecerse a otros. Es aquí donde pueden incorporar una personalidad que tal vez a papá o a mamá no le agrede del todo, sin embargo, a través de sus amistades el chico(a) está tratando de comunicarse, tal vez comunique rebeldía o desacuerdo hacia su ambiente familiar, o tal vez comunique deseos o expectativas como convertirse en un campeón del baloncesto o del futbol. En fin, las amistades siguen siendo vínculos importantes, pero ahora acerca de la expresión misma del ser humano.
Sin embargo y a  partir de los dieciocho años en adelante, los amigos son el espejo de la propia personalidad. Son otras personas, iguales a nosotros, con quienes nos sentimos en plena confianza, tal vez de reír, de contar nuestras preocupaciones, nuestros éxitos, nuestros deseos, pero sobretodo de compartir. Compartir lo más íntimo de nuestro ser y seguir desarrollando ésta habilidad con la cual nos integramos con otros: la imaginación. Cuando platicamos con nuestras amistades, contamos nuestros anhelos, nuestro ideal de la vida y así comenzamos a crear nuestro mundo.
Todavía en la edad adulta podemos ver la repetición del Club de Tobi, cuando varios matrimonios amigos se reúnen, ellos por un lado, ellas por el otro. Tal vez nuestras amistades en la vida adulta tengan un poco de todo: nos escuchan, nos ayudan a seguir imaginando, las admiramos y también tienen algo (o mucho) de nosotros.

Por eso las queremos, las cuidamos y ojalá el 14 de febrero no sea el único día del año que le digamos a un amigo (a) cuán importante es para nosotros o cuán importante ha sido a lo largo de nuestra vida. Y si tú, querido lector, tienes un amigo, eres muy afortunado, y si los has dejado atrás, tal vez sea el momento de recuperarlos o fomentar nuevos vínculos con nuevas personas.  Recuerda, las amistades llegan en cualquier etapa de nuestra vida y nos siguen ayudando en nuestro desarrollo emocional.

NIÑOS ARCOIRIS

Niños Arcoiris.
Desde hace unos años se ha escuchado el término Niños Arcoiris. ¿Pero quiénes son estos niños? Según se dice, son los niños que vienen a cambiar el mundo. Incluso, diferentes autores, han clasificado a estos niños en diferentes categorías, algunas de ellas son las siguientes:
a) Los niños denominados índigo, quienes se caracterizan por ser un tanto inquietos conductualmente hablando.
b) Los niños cristal, que poseen mucha empatía y sensibilidad hacia otras personas, incluso los animales.
c) Los niños bronce, son niños curiosos que gustan del conocimiento, la lectura y las áreas científicas.
d) Los niños diamante quienes se sobreponen fácilmente a las situaciones difíciles.
                                        

En sí todas estas clasificaciones corresponden a características propias de la infancia, combinadas con ciertas habilidades de la inteligencia emocional producto del tipo de educación que el niño recibe. Los niños diamante, por su parte, denotan una característica denominada resiliencia, la cual se refiere precisamente a la capacidad humana de recuperarse ante eventos estresantes. La resiliencia se encuentra actualmente en estudio.
La inteligencia emocional se trata de utilizar ambos hemisferios cerebrales, el izquierdo que corresponde al raciocinio y el derecho relacionado con lo abstracto y lo creativo.
En sí todos los niños tienen habilidades especiales porque utilizan en mayor medida que el adulto, su hemisferio derecho.
Sin embargo conforme va creciendo, va utilizando más el hemisferio izquierdo (el racional) y además va adquiriendo creencias, las cuales provienen de sus padres, maestros y compañeritos en general. Desgraciadamente muchas de estas creencias pueden no ser positivas y entonces el cerebro del niño empieza a adquirir programas mentales y condicionamientos conductuales que, lejos de ayudarle positivamente en su desarrollo emocional, pueden entorpecerlo.


De igual manera, como producto de su educación, se le puede bloquear su hemisferio derecho y con ello su habilidad abstracta y creativa, convirtiéndose así en "niños normales".
En contraparte, los niños arcoiris, utilizan todavía su área creativa y por lo tanto pueden ser niños más perceptivos y más sensibles a su entorno; sintonizarán mayormente con las emociones humanas y tendrán más desarrollada su imaginación. La fantasía en los niños puede ser un escalón muy importante para el desarrollo de su creatividad, y el desarrollo de la creatividad, a su vez, provee de habilidades personales como la autoestima. Un niño con autoestima, es un niño que confía en sí mismo y en sus capacidades. Incluso podrá buscar y encontrar métodos nuevos ante las situaciones que se le presentan. Será una persona a quien el mundo le brindará infinidad de posibilidades. Será espontáneo, creativo, incluso emprendedor o tal vez los científicos o artistas del mañana.


De aquí que siempre sea mejor enseñarles a los niños a canalizar su fantasía en lugar de reprimirla.


miércoles, 22 de febrero de 2017

La preparación de un psicoterapeuta

Inicialmente un psicoterapeuta es una persona que cursó la licenciatura en Psicología, sin embargo, al terminar una carrera universitaria, el egresado no tiene todavía las herramientas necesarias para ejercer en un consultorio privado.
El egresado de la licenciatura en Psicología, está preparado para aplicar exámenes psicométricos, o psicodiagnósticos como serian estudios de personalidad a niños y/o adolescentes, estudios de orientación vocacional, de coeficiente intelectual, habilidades, aptitudes, talentos, valores, etcétera. De igual manera puede apoyar en clínicas de salud mental, realizando entrevistas, e incluso elaborando estudios socioeconómicos. También pueden involucrarse en el área educativa, ya que están aptos para la elaboración y evaluación de planes de estudio y/o ejercer como orientadores o tutores de los alumnos. Y por supuesto, en empresas en áreas de Recursos Humanos, siendo sus áreas de influencia, Capacitación, Reclutamiento y Selección de personal, principalmente.

Por otra parte, un psicoterapeuta, necesita muchas más herramientas que las que otorga una licenciatura para poder dirigir un proceso de crecimiento o de cambio conductual en sus pacientes. De aquí que sea indispensable que se haya formado al menos en alguna especialidad o maestría de alguno de los enfoques terapéuticos existentes. Los cuales menciono a continuación:
  • La primera fuerza que corresponde al psicoanálisis
  • La segunda fuerza que corresponde al conductismo.
  • La tercera fuerza que involucra el Humanismo.
  • Y la cuarta fuerza denominada Transpersonal.
"Psique" significa "alma" " Logos" "estudio o tratado", por lo tanto, La Psicología es el estudio del alma.
"En conclusión, la psicología puede entenderse como la ciencia que se ocupa de atender cuestiones que atañen al espíritu, a la forma de sentir de un individuo o un pueblo, sus aspectos morales y la forma en la que se desenvuelven con el entorno. Dicho de otro modo, al estudio de la vida subjetiva, y de las relaciones que se establecen entre el aspecto psíquico y físico de los individuos -sentimientos, ideología, reacciones, tendencias, instintos-."


Retomando la definición anterior podemos entender por qué la psicología se encuentra tan cercana a la espiritualidad por una parte, y por otra, la comprensión de que la salud mental es la base de la salud física. Detrás de enfermedades existen varios o muchos asuntos inconclusos de carácter personal o familiar que están manteniendo o formando un síntoma. A veces el problema es un tema de familia, de aquí que surjan pacientes denominados "identificados" en sistemas familiares y, su abordaje tiene que ser muy específico.
Escuchar a un paciente y saber cómo y en qué momento, realizar una intervención es un arte. Un arte que se aprende no solamente con la teoría, sino con la práctica, con grupos de supervisión, y especialmente con la supervisión personal del psicoterapeuta.
Una área importante dentro de la formación del psicoterapeuta es su propio proceso terapéutico. Un ejemplo sencillo es el siguiente: ¿cómo podemos enseñar a nadar a alguien si nosotros no sabemos nadar?
Imposible hacerlo con teoría solamente! El instructor necesita nadar con su alumno y saber cómo sacarlo si se está hundiendo. Necesita infundirle confianza y a veces utilizará su persona para hacerlo. Sabrá reconocer cuando realmente se está hundiendo porque no conoce otra forma de actuar o se está hundiendo porque está bajo un ataque de ansiedad.

De aquí que el conocimiento en diagnóstico psicopatológico sea indispensable.

El abordaje con un narcisista, con un depresivo o con alguien con rasgos obsesivos es muy distinto. Muchas veces, detrás de un "caso sencillo" pueden existir dinámicas de vida muy dolorosas. Lo que no recuerda el paciente puede ser lo que más le angustie pero también lo que más se necesite trabajar en el proceso. Y trabajar en el proceso lo que más angustie necesita un tiempo, un momento y una estrategia terapéutica. Así como preparar al paciente para culminar la sesión de ese día, saber cerrar la sesión cuando el proceso haya sido integrado y no cuando lo marque el reloj.
De no tomar en cuenta lo anterior, aumentan las probabilidades de una actuación impulsiva y no pensadas por parte del paciente. 

De aquí que sea importante enfatizar que el trabajo con seres humanos, y especialmente con sus emociones es algo muy serio. Es una gran responsabilidad acompañar a otro ser humano en su caminar emocional.
Algunos necesitaran una terapia breve y con otros el enfoque estratégico podrá funcionar. No todas las personas son candidatos a un psicoanálisis, pero las que sí lo son, fluyen como peces en el agua. Hay quienes prefieren los enfoques del aquí y el ahora, sin ir al pasado, se sana el presente.
A veces, habrá que canalizar a psiquiatría o con algún colega que trabaje un enfoque distinto.

El psicoterapeuta sabe que si va a utilizar una técnica de relajación, puede inducir emociones reprimidas que necesitarán resolverse, cerrarse, similar al trabajo de un cirujano. Un médico cirujano al operar abre a su paciente y siempre cierra la herida. Por eso es indispensable (si se van a utilizar técnicas como la relajación ), conocer de procesos psicocorporales.
Técnicas especializadas como el Mindfullnes requieren, de igual manera, de una formación específica en áreas de la salud. No aplicarla porque " está de moda", el peligro de su aplicación indiscriminada por parte de una persona con desconocimiento en psicopatología es la aplicación de la técnica en personalidades denominadas límites y la provocación de un evento psicótico, que, lejos de ayudar al paciente pueda remitirlo a un desenlace fatal.
De la misma manera, el psicoterapeuta sabe que su persona y la relación terapeuta - paciente es una relación que ayudará a la recuperación de este último. Es indispensable entonces saber manejar los temas de transferencia y contra transferencia que se producen en esta relación. Es decir, las figuras que el paciente proyecta en su terapeuta.
De igual forma, al terapeuta se le reflejaran los temas de sus pacientes y a veces los temas más difíciles son difíciles porque el Terapeuta no los ha trabajado en su persona. Por eso un psicoterapeuta no aconseja, sino que utiliza la palabra.
Como mencionó Lacan para" deshacer con la palabra lo que se grabó con la palabra ( )"

Finalmente. ¿Qué hace el terapeuta con toda esta información que puede estar resonando en su vida? Lo ideal es trabajarla en su propio proceso. Un psicoterapeuta necesita tener su proceso o supervisión personal, de lo contrario, podrá engancharse con sus pacientes, dejándolos de ayudar y conflictuándose el mismo.
El paciente avanza hasta donde ha avanzado el terapeuta en su propia terapia.

Opuestos

La psicóloga Virginia Gawell expresa lo siguiente:
El defecto (la falta de algo) también es, a fin de cuentas, un exceso: si alguien sobreprotege a su hijo está cometiendo, obviamente, un exceso de protección. Pero si lo cuida muy poco, le da poco tiempo, pocos límites, poco cariño, hay otros excesos que estará cometiendo para que esa falta tenga lugar: exceso de trabajo, exceso de egocentrismo, exceso de pereza, exceso de permisividad...etc.

Entonces, los extremos o los polos opuestos en cualquier situación, no solamente no son sanos, sino que nos conducen a una falta de equilibrio en nuestra vida y por supuesto en nuestras relaciones interpersonales.

Por ejemplo, en cuanto al estilo de afrontar determinadas situaciones podemos tener en un extremo a las personas agresivas y en el otro extremo a las personas sumisas.
Por supuesto, ninguno de estos estilos producirán resultados positivos y satisfactorios a la persona en cuestión.

El optimista exagerado de igual manera se encuentra en un extremo, y su opuesto seria la persona que carece de dicho optimismo y por el contrario su percepción de la vida es completamente pesimista. El primero podrá involucrarse en decisiones impulsivas e incluso de riesgo y el segundo se perderá de muchas situaciones de disfrutar de la vida.

Otro ejemplo serían las personas que carecen de confianza en sus capacidades y se consideran incapaces de realizar acciones por sí mismas, y su estilo es pedir ayuda para todo, evadiendo incluso así, ciertas responsabilidades personales, su opuesto son aquellas personas que se consideran en extremo autosuficientes y nunca piden ayuda, generándose un estado de estrés bastante alto. 
En el primer ejemplo, agresividad vs sumisión, ambos estilos, requieren el aprender a poner límites sanos con las personas con que relacionan, en el segundo caso optimismo vs pesimismo,   exagerados los dos, podríamos sugerir una mezcla de ambos en proporciones iguales y obtendríamos una personalidad más adaptada.
Y en el tercer caso, el aprender a pedir ayuda en su justa medida, no solamente disminuye el estrés, sino que incrementa la autoestima en las personas.
Entonces, como diría la frase:
Una pastilla te sana, todo el frasco te mata.
Es importante buscar el equilibrio en nuestra vida.
Gracias.
Resultado de imagen para APRENDER A PEDIR AYUDA

PROYECTO DE VIDA Y PROSPERIDAD

“NUESTRO DESTINO PROVIENE EN ÚLTIMA INSTANCIA DE LOS NIVELES MÁS PROFUNDOS DEL DESEO Y TAMBIÉN DEL NIVEL MÁS PROFUNDO DE LA INTENCIÓN. AM...